Mientras regresaba a casa de la Dieta de Worms, Lutero fue 'capturado' y llevado al Castillo de Wartburg. Este audaz complot realizado por sus amigos salvó a Lutero de sus enemigos y le dio un bienvenido respiro de los desafíos que enfrentó. Sin embargo, no debía permanecer allí a largo plazo, su carga para su gente era demasiado grande.